Los diferentes desplazamientos laborales nos abren oportunidades que pueden ayudar a consolidar nuestro plan de desarrollo dentro de una empresa o bien, empezar un nuevo camino en otra compañía. Por ello, debemos aprovechar los nuevos retos que puedan surgir y demostrar nuestras habilidades y conocimientos a la hora de realizar las tareas que nos demanden.
Cuando hablamos de movilidad laboral, no solo nos referimos a cuando una persona se cambia de una empresa a otra, sino que también existe otro tipo de movilidad que puede suceder dentro de la misma compañía. Por ejemplo, hay ocasiones en las que, por diferentes circunstancias, bien de carácter urgente o por temporadas, las empresas necesitan que algunos empleados colaboren en la ejecución de otras tareas diferentes a las habituales. Esto se valora también como movilidad laboral puesto que ha producido un desplazamiento en sus funciones. A continuación, explicaremos los tipos que se pueden dar:
Movilidad geográfica
Se trata de la movilidad que hace que el empleado se desplace de un lugar de trabajo a otro, pudiendo ser en ámbito nacional o internacional. Habitualmente, este tipo de movilidad es fruto de una promoción dentro la empresa y requiere de ese desplazamiento para llevar a cabo sus nuevas funciones.
Movilidad funcional
La movilidad funcional consiste en la realización de diferentes tareas por parte del empleado, independientemente de aquellas para las que fue contratado al inicio. Dentro de estas, tenemos dos tipos:
- Movilidad horizontal u ordinaria:
Se trata de la más conocida en el ámbito laboral. Hace referencia a que un empleado desarrolle nuevas tareas dentro del mismo grupo profesional, por ejemplo, cuando a una persona del departamento de RRHH, además de sus funciones habituales, se le asigna realizar una formación a un grupo de empleados de una determinada área.
Este tipo de movilidad lleva consigo ventajas para la empresa, como el ahorro de costes en un proceso de selección de personal, y también para el empleado, gracias al aumento salarial que recibirá. No obstante, en ocasiones esta movilidad se entiende como un “castigo” de la empresa hacia el empleado, por el hecho de realizar otras tareas consideradas quizás menos atractivas.
Y es que, una de las tareas importantes de las compañías es transmitir que la movilidad horizontal es una herramienta útil para que sus profesionales puedan demostrar sus cualidades y talento en otras áreas. Por ello, los empleados deberían verla como un instrumento motivador. Estos son algunos de los beneficios que podrían obtener:
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Poner en práctica su polivalencia.
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Incorporar nuevas habilidades.
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Adquirir mayor experiencia y competencias de cara a una promoción.
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Afrontar nuevos retos profesionales que les mantenga implicados en su trabajo.
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Mejorar el trabajo en equipo y conseguir una mejor cohesión con sus compañeros al posibilitar que los empleados conozcan las dificultades de otros puestos.
Promoviendo este tipo de movilidad, las empresas conseguirán ser más efectivas y eficientes. Además, esto favorecerá el aumento de la satisfacción del empleado, ya que tendrá la sensación de trabajar en una empresa donde sigue aprendiendo y enfrentándose a nuevos retos. Gracias a este desarrollo profesional, la empresa podrá retener a sus empleados y también, a su vez, atraer talento.
- Movilidad vertical o extraordinaria:
En cuanto a la movilidad vertical, diremos que consiste en la asignación de nuevas tareas que corresponden a otro grupo profesional, donde estas pueden ser en línea ascendente o descendente.
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Movilidad vertical ascendente: cuando el empleado lleva a cabo responsabilidades que pertenecen a un grupo profesional superior al suyo.
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Movilidad vertical descendente: cuando las tareas que realiza el empleado corresponden a un grupo profesional inferior al que tenía hasta el momento.
De esta manera, la movilidad vertical acaba siendo un instrumento útil para las empresas a la hora de hacer frente a posibles bajas o proyectos puntuales, donde hay que reorganizar algún equipo de trabajo, sin la necesidad de llevar a cabo un proceso de selección. Al mismo tiempo, los profesionales pueden ampliar sus conocimientos y habilidades asumiendo nuevas responsabilidades y, gracias a ello, tener la oportunidad de desarrollar su talento y demostrar su polivalencia de cara a una promoción en el futuro.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la legislación laboral establece que la movilidad vertical descendente solo puede darse en casos de carácter excepcional, motivada por una necesidad urgente y únicamente durante el tiempo que dicha situación lo requiera.
El hecho de poder realizar otras tareas, ya sean del mismo o diferente rango profesional, nos permite demostrar nuestras habilidades y conocimientos realizando otras actividades menos habituales, y así, favorecer a nuestro desarrollo profesional de cara a obtener una posición de mayor responsabilidad en el futuro. Por ello, debemos ver la movilidad como una oportunidad de crecimiento laboral.