La formación continua forma parte de nuestro crecimiento y desarrollo personal y profesional. Gracias a esta, mantenerse activo y actualizado con los temas relevantes del sector es más productivo. No obstante, somos conscientes de que el ritmo de vida que llevamos en la actualidad limita las oportunidades para dedicarle tiempo.
Para paliar esta situación, surge el fenómeno blended learning, una metodología que combina la formación presencial y online por medio del uso de las tecnologías, ofreciendo una experiencia educativa, equilibrada y flexible.
Características
Se trata de un modelo híbrido que reúne las partes más positivas del modelo formativo presencial y en remoto. Por medio de la combinación de ambas, obtenemos unas características específicas que lo convierten en una metodología innovadora. Entre ellas, destacamos las siguientes:
Compromiso: a través del sistema presencial, el nivel de implicación es mayor por la posibilidad de contacto e interacción con profesor y compañeros. Así, por medio de la conversación, podemos reflexionar, debatir y complementar los conocimientos adquiridos.
Personalización: por su versatilidad en el formato, se puede adaptar con mayor facilidad a las necesidades de cada empleado que, identificando las fortalezas y debilidades de cada uno, diseñamos un modelo de aprendizaje específico para cada caso.
Flexibilidad: gracias a la vertiente en línea, el acceso a la formación es mucho mayor, facilitando la conciliación entre la vida personal y profesional con enlace directo e inmediato desde cualquier lugar, en aras de no perjudicar el proceso de formación y, sobre todo, de conseguir, de un modo más constante, los objetivos marcados.
Ventajas
El blended learning, también conocido como b-learning permite el desarrollo de habilidades blandas, de ahí su nombre. A través del formato semipresencial, se aprovechan al máximo las ventajas de los formatos combinados, fomentando el aprendizaje de estas competencias transversales que son altamente beneficiosas para desenvolvernos adecuadamente en el entorno laboral: gestión del tiempo, flexibilidad, adaptación al cambio, etc.
De hecho, supone un modelo de formación más enriquecedor a nivel experiencia ya que, por medio del uso de diferentes herramientas tecnológicas, se pueden realizar actividades prácticas y de gamificación, potenciando la colaboración en el trabajo en equipo y ofreciendo una formación mucho más interactiva, dinámica y práctica. Además, por medio de esto, afianzamos los conocimientos teóricos aprendidos asimilando, de un modo más eficaz, toda la información.
En este sentido, vemos que el blended learning podemos aplicarlo a todo tipo de formación empresarial que necesitamos a nivel profesional, la cual variará en función del tamaño de la organización, el sector, así como de los objetivos y las necesidades detectadas.
En cualquier caso, este modelo formativo podemos combinarlo con otras herramientas para potenciar sus beneficios como, por ejemplo, a través de la elaboración de un plan de desarrollo profesional que nos permita definir los elementos necesarios y pasos a seguir para conseguir ese crecimiento laboral que buscamos. Así, dentro de sus fases principales: autoevaluación, definición de objetivos y estrategias, cronograma y seguimiento; podemos complementarlas con la integración, en el punto que personalmente consideremos necesario, el modelo de formación más apropiado.