Formación

En vista de la inminente evolución del mercado laboral en los próximos años, mantenerse activo profesionalmente parte de la base de una formación continua, ya sea a nivel individual como dentro de la empresa. De esta manera los empleados desarrollan nuevas habilidades, se mantiene la motivación y se retiene el talento.

FORMACIÓN EN EMPRESAS

Establecer un programa de formación dentro de la empresa convierte el lugar de trabajo en un entorno dinámico, donde, además de trabajar se desarrolla la carrera profesional de los empleados. Esta formación empresarial, depende, normalmente, del Departamento de Recursos Humanos, quienes, valorando las necesidades específicas del resto de departamentos, marca una formación específica adaptada a los distintos perfiles profesionales para el desarrollo de su actividad.

Sin duda se trata de un avance que beneficia tanto a la empresa como al empleado, donde ambos evolucionan en la misma dirección dentro del mercado laboral. Además, se genera un mayor compromiso y sentido de pertenencia entre la plantilla, favoreciendo tanto el upskilling como el reskilling. De este modo, sacamos el máximo provecho del talento y reciclamos aquellos que se han quedado desactualizados.

TIPOS DE FORMACIÓN EMPRESARIAL

La formación interna variará principalmente del tamaño de la empresa y de las necesidades empresariales. Aun así, las dos modalidades más comunes son:

Formación Continua: engloba aquellos contenidos que se pueden desarrollar a lo largo del tiempo con el fin último de estar actualizado y al tanto de las últimas novedades. Un ejemplo claro son las competencias digitales y tecnológicas que evolucionan a gran velocidad transformando todos los procesos habituales.

Formación Bonificada: se trata de los módulos formativos que son impartidos por instituciones coordinadas por la Fundación Estatal y que gracias a acuerdos con la Seguridad Social las empresas no tienen que pagar nada por ellos.

Ambas formaciones tratan de fomentar el desarrollo laboral y un plan de carrera para que cada uno de los empleados crezca con la compañía. A parte de estas, existen múltiples modalidades de formación dentro de las empresas destinadas a la gestión y coordinación dentro de la empresa, entre las cuales podemos encontrar las formaciones en materia de onboarding que facilitan y garantizan una mejor incorporación de los nuevos empleados o aquellas centradas en el cumplimiento de las leyes organizativas. Así, toda la plantilla se encuentra alineada con la filosofía y se promueven los valores empresariales de la empresa garantizando un buen ambiente de trabajo.

VENTAJAS DE LA FORMACIÓN EN EMPRESAS

La formación corporativa se implanta con el objetivo de aumentar la productividad, rentabilidad y competitividad en el mercado laboral. Por lo que, si lo aplicamos correctamente, a parte de la adquisición de competencias, también podemos obtener importantes ventajas:

Enriquecimiento interno: se da, sobre todo, cuando la formación es impartida por el propio personal al resto de la plantilla, quienes, sin lugar a duda, son los que mejor conocen las necesidades y a los trabajadores y saben cómo sacar el máximo partido de ellos.

Cohesión laboral: es una gran ocasión para fomentar la interacción entre los departamentos y se puede aprovechar como experiencia de team building.

Motivación: puede ser interpretado por los empleados como un extra a su trabajo habitual, lo que hace que se siente valorado, aumentando su seguridad y compromiso con la empresa. Además, las formaciones rompen con la rutina y crean jornadas más amenas.

En cualquier caso, una vez implantada la formación debemos hacer un seguimiento para saber si las propuestas formativas son del agrado de los empleados y si han cumplido con las expectativas marcadas. Con esta información sabremos si lo estamos haciendo bien y si se consiguen los objetivos planteados tanto para la empresa como para los empleados.

Written by despliegatusalas