Entrar en el mercado laboral es una de las facetas más importantes en la vida de una persona. Por esta misma razón, prepararnos esa entrada es fundamental para formar parte de este. Concretamente, la entrevista de trabajo supone el primer paso para iniciar nuestra carrera profesional, un momento crucial en el que, como candidatos, seremos analizados a nivel personal y profesional para la consecución de la oferta de empleo para la que estamos aplicando.
A menudo, estas entrevistas son percibidas como una fase delicada y decisiva que, en la mayoría de los casos, se afronta con cierto miedo y nerviosismo. Aun así, es una etapa imprescindible por la que tenemos que pasar y, por tanto, aprovecharla para dar lo mejor de nosotros mismos y tener una entrada triunfal.
¿Cómo realizar una buena entrevista?
A medida que nos desarrollamos y crecemos laboralmente, las necesidades y las circunstancias cambian, lo que en muchas ocasiones se traduce en una nueva búsqueda de empleo. Para ello, realizar entrevistas nos permitirá conocer la oferta laboral que hay, las prácticas más habituales en ellas y los diversos requerimientos necesarios para optar a las candidaturas. En este sentido, cada una de estas entrevistas las podemos enfocar como una nueva oportunidad para practicar nuestras habilidades de comunicación y pulir nuestra forma de llevarlas a cabo.
Asimismo, debemos tener presente una serie de puntos que nos ayudarán a realizar una entrevista de éxito independientemente de que consigamos el puesto o no.
- Preparación: cada vez que nos presentamos a una entrevista, previamente debemos documentarnos sobre la cultura, filosofía, productos y/o servicios de la empresa empleadora, así como de los requisitos necesarios que debemos cumplir para el puesto. De esta manera estaremos más seguros a la hora ser entrevistados y mostraremos nuestro interés desde el principio. Igualmente, anticiparnos a posibles preguntas nos permitirá estar mejor preparados a la hora de dar una respuesta.
- Presentación: aunque a priori puede parecer absurdo el no conocer bien nuestra propia experiencia laboral, no tener clara la cronología, así como las empresas y los puestos de trabajo ejecutados con las tareas y herramientas aplicadas, puede generar sensación de despiste y desorganización dando lugar a dudas. En este sentido, crear tu marca personal puede ser una buena baza que nos dará mayor presencia ante el entrevistador.
- Proactividad: durante el desarrollo de la entrevista debemos mostrar una actitud proactiva que demuestre motivación e interés por la compañía. Ahora que muchas empresas utilizan el inbound recruiting para atraer y retener el talento dando más poder de elección al candidato, realizar preguntas sobre el puesto, compañía, o incluso al propio entrevistador, reflejará también una mayor implicación por nuestra parte.
- Sinceridad: ser claros a lo largo de la conversación generará un mayor clima de confianza con el entrevistador, lo que aumentará nuestra credibilidad y autenticidad, diferenciándonos y destacando sobre el resto. Además, supone una muestra de integridad profesional, convirtiéndose en un aspecto clave y decisivo a la hora de conseguir el puesto.
Existen muchos más trucos y recomendaciones que podemos aplicar en nuestra entrevista pues, aunque nos sintamos cómodos y tranquilos durante su desarrollo, no debemos olvidar que estamos en un entorno profesional en el que no debemos cometer errores muy comunes de nuestro día a día; como, por ejemplo:
- Impuntualidad
- Abuso de confianza
- Vestimenta inapropiada
- Falta de atención
- Crítica destructiva
- Excesivo lenguaje corporal
En cualquier caso, la entrevista es una oportunidad de oro que debemos aprovechar de principio a fin. Es el momento perfecto para demostrar en muy poco tiempo lo mucho que valemos como profesionales y lo mucho que podemos aportar a la empresa con nuestro conocimiento y experiencia.