Lean Six Sigma
Si pensamos en una empresa que da la oportunidad a sus empleados de desarrollar sus ideas, seguro que encontramos una organización que está aplicando esta metodología. Utilizada desde hace años por las grandes multinacionales, la metodología estratégica Lean Six Sigma es empleada fundamentalmente para la mejora de los procesos, así como para el aumento de la rentabilidad y productividad en la organización.
¿Su reto principal? Cumplir al máximo los requerimientos del cliente, reduciendo o eliminando aquellos obstáculos que pueden dificultar su consecución.
SU OBJETIVO PRINCIPAL, LA SATISFACCIÓN DEL CLIENTE
Desarrollado por Motorola en 1986 para mejorar la calidad de sus procesos, el éxito del método Lean Six Sigma fue rotundo. Años más tarde, sería General Electric quien popularizara este método entre las principales compañías.
Esta metodología ha ido evolucionando considerablemente desde su aplicación hasta la actualidad, en la que muchas organizaciones incluyendo la Administración Pública, emplean estas herramientas estadísticas con el fin de mejorar sus resultados empresariales.
Completamente orientada a la satisfacción de las necesidades del cliente, los objetivos fundamentales de esta metodología se pueden resumir en seis:
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Mejorar el cumplimiento de requisitos del cliente.
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Reducir los costes y el tiempo de entrega.
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Fomentar la comunicación y la colaboración con los clientes a largo plazo.
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Incrementar la productividad de la organización.
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Minimizar al máximo los defectos o desperdicios de los procesos.
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Detectar las posibilidades de mejora en el rendimiento de los futuros procesos.
CLAVES PARA UNA IMPLANTACIÓN DE ÉXITO
De cara a una implementación exitosa, esta metodología ha de tener en cuenta el método DMAIC (Definir, Medir, Analizar, Mejorar, Controlar):
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Definir los objetivos del proyecto.
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Evaluar y medir el proceso que se busca mejorar a través de la recogida de datos y la identificación del problema.
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Analizar la información sobre los resultados anteriores y actuales.
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Generar soluciones futuras para la mejora de los procesos.
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Asegurar la continuidad del proceso a través de la implantación de controles.
ESTRUCTURA HUMANA DEL LEAN SIX SIGMA
En cuanto al equipo encargado de implantar el método Lean Six Sigma existen varios “cargos”:
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Director Six Sigma: Es el encargado de definir el objetivo, los puntos estratégicos del programa, el objetivo del proyecto y los equipos que formarán parte, así como de la comunicación del mismo para conseguir el objetivo final.
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Champions: Son los directores de área que aportan una visión más estratégica y aportan los recursos necesarios.
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Master black belts: Grandes conocedores de la metodología con mucha experiencia en el campo.
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Black belts: Expertos que asesoran y fomentan la cultura de mejora de procesos. Se encargan de ayudar y capacitar adecuadamente a los cinturones verdes.
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Green belts: Participan de forma parcial en las actividades de Six Sigma.
LA IMPORTANCIA DE RRHH PARA SU APLICACIÓN
Para que el Lean Six Sigma funcione, es necesario contar con el apoyo y el impulso del departamento de Recursos Humanos en la organización. El resultado será satisfactorio si éste pone marcha la siguientes acciones:
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Creación de un modelo de competencia para identificar a los candidatos más adecuados para liderar el proceso.
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Diseño de un plan de recompensa para los líderes de los equipos SIx Sigma.
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Implantación de un sistema de ayuda a los líderes para trabajar eficazmente asegurándose de que reciban el entrenamiento necesario para trabajar en equipos.
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Control de todos los obstáculos del proceso siendo el principal recurso para los Black Belts.
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Desarrollo de una cultura de organización orientada a satisfacer al cliente.
No cabe duda de que el Departamento de Recursos Humanos puede jugar un papel más que importante en el éxito de la aplicación del método Lean Six Sigma. Sin embargo, esto sólo será posible si estos profesionales adquieren la formación necesaria para apoyar a los líderes que implantarán el método en sus compañías.