¿Te has parado a pensar en la cantidad de personas que hay en el mundo? En un universo en el que nos ahogamos entre las ofertas y comunicaciones que recibimos al día, imagínate la variedad de perfiles profesionales que pueden existir y lo difícil que puede llegar a ser encontrar los adecuados. Realmente es como encontrar una aguja en un pajar. Es por esta misma razón por la que crear tu propia marca personal resulta cada vez más importante a la hora de diferenciarte del resto y de convertirte, así, en la persona indicada para el puesto.
¿Cómo crear tu marca personal?
La creación de una imagen única y llamativa es un proceso que requiere de tiempo y esfuerzo. De hecho, el proceso se asemeja a la creación de una marca comercial, en el que nosotros debemos vendernos como un producto. En este caso, aparte de potenciar una serie de valores que nos identifican y nos hacen especiales, debemos mantener un nivel de personalización que nos haga únicos. Y para conseguir una personal branding consolidada y llamativa, debemos de tener en cuenta una serie de reglas. Te contamos las principales:
- Sé tú: es la base de la marca personal. Mostrarte tal y como eres y enseñar la mejor versión de ti mismo en cada uno de los escenarios es fundamental para conectar con los distintos públicos. La naturalidad, espontaneidad y autenticidad son muy valoradas. ¡Aprovéchalas!
- Busca tu rasgo diferencial: ya sea a nivel intelectual o psicológico, se trata de potenciar un punto fuerte para que se convierta en tu ventaja competitiva. Para lograrlo, primero debes hacer un ejercicio de autoconocimiento que te permita averiguar qué te distingue de los demás. Además, gracias a este proceso, encontrarás también aquellos rasgos que se pueden mejorar.
- Conecta: muévete, prueba e interactúa. Permanecer en una posición estática y vertical no genera confianza; no solo en el entorno online, también en el offline para abarcar diferentes proyectos.
- Utiliza las redes sociales: una forma fácil, ágil, versátil y accesible que funciona como escaparate, llegando de un modo dinámico y creativo a tu comunidad. Pero cuidado, ten en cuenta que el contenido que publiques también podría llegar a jugar en tu contra.
Teniendo en cuenta estas bases, debemos establecer unos objetivos claros que conseguir, siendo estos realistas y progresivos. Para ello, estableceremos una estrategia específica de actuación y las mejores herramientas y canales para llevarlos a cabo. Igualmente, no debemos olvidar que debemos ser muy constantes y pacientes a la hora de mantenernos actualizados, en cuanto a generación de contenido, y ver resultados.
Todo este proceso trata, por tanto, de darnos a conocer y sacar a relucir ese talento que tenemos dentro de nosotros que nos hace especiales. Y lo más importante, de mostrar lo que nos diferencia del resto. Ya sea natural, de alto rendimiento o potencial podemos sacar provecho de ello e, incluso, marcar la diferencia en nuestro desarrollo profesional.
Del mismo modo, no debemos centrarnos únicamente en lo que tenemos que ofrecer a nivel conocimientos y habilidades, sino también en lo que nos define como persona. Es decir, se trata de desarrollar nuestra inteligencia intrapersonal, que nos permita conectar con el resto de las personas, ya que, de nada sirve saber mucho de algo si no sabemos expresarlo y compartirlo con los demás, lograr que ese conocimiento aporte un valor añadido a todos los proyectos e iniciativas que llevamos a cabo en nuestro día a día.
Crear nuestra imagen personal es una cuestión de actitud y proactividad unida a la personalidad y al talento para encontrar nuestro hueco en el mercado.
Y tú, ¿has creado ya tu marca personal?