Networking

El mercado laboral está abarrotado de múltiples perfiles profesionales y de diversas ofertas y demandas laborales. Por esta razón, hacerse un hueco en el mercado de trabajo es cada vez más complejo para aquellos que buscan una nueva oportunidad profesional.

La forma de buscar empleo ha cambiado, ya no se estila ir de empresa en empresa con currículum en mano tratando de concertar una posible entrevista. Esto se debe a la implantación global de las nuevas tecnologías, que han dado lugar a la aparición de diferentes plataformas digitales de ofertas laborales. Actualmente, estas plataformas son el recurso más efectivo a la hora de buscar y encontrar el puesto de trabajo que mejor se adapte a nuestro perfil profesional pero, aun así, no es suficiente. Ahora, practicar el networking empresarial es la clave para encontrar lo que realmente estamos buscando.

¿Qué beneficios tiene el networking empresarial?

Se trata de un término que reúne a la perfección la esencia de su existencia: Net- (referido al mundo de la red de Internet) y -working (referido al trabajo). Es decir, la red de trabajo o red de contactos profesionales. En este sentido, hace referencia a la capacidad de crear y mantener nuevas relaciones laborales que nos permitan darnos a conocer y descubrir oportunidades laborales más específicas que no encontraríamos en las plataformas digitales como InfoJobs, LinkedIn, etc.
De esta forma, entablamos conversaciones con perfiles afines al nuestro y generamos contactos de primera mano que nos pueden abrir nuevas puertas.

¿Cómo trabajar el networking?

En primer lugar, resulta fundamental tener una actitud proactiva, ya que, a través de esta, seremos capaces de llevar a cabo una serie de acciones que nos den la oportunidad de crear esa red de contactos. De hecho, podemos seguir diferentes estrategias para conseguirlo:

Imagen: en esta faceta nuestra marca personal juega un papel muy importante. Ofrecer una imagen atractiva y diferente nos permite destacar entre el resto de las personas, convirtiéndonos, en el mejor de los casos, en el candidato perfecto para el puesto.
Escaparate virtual: estar presente en diferentes RRSS y mostrar un contenido apropiado y adecuado a cada plataforma y comunidades digitales nos ayuda a conectar con personas de interés. Para ello, conocer las potencialidades de cada una de ellas es fundamental para saber el uso que debemos darle.
Interacción: es el momento de la verdad. Establecer nuevas relaciones profesionales desde la cercanía, honestidad y desinterés nos permite generar contactos de calidad a largo plazo. De esta forma, podremos conocer eventos, jornadas, seminarios e, incluso, ofertas de empleo interesantes y acordes a nuestro campo.

Dependiendo del escenario en el que desarrollemos el networking, podremos distinguir distintos tipos, y, por tanto, obtener diferentes resultados. Por ejemplo, si lo hacemos en redes sociales como LinkedIn, podremos hacer un networking en procesos de emprendimiento, el cual resulta muy útil para encontrar apoyos concretos y generar posibles sinergias. En cambio, si lo hacemos en Facebook, Twitter e Instagram podremos dar a conocer nuestra empresa, producto o a nosotros mismos, a través del networking 2.0. Finalmente, el networking presencial u offline es el más común ya que es el que se realiza de forma natural y física al relacionarnos con otras personas al asistir a un evento, feria, actividades de teambuilding con otras empresas, etc. e incluso, en espacios de co-working diseñados específicamente para ello.

En definitiva, el networking empresarial en cualquiera de sus formas resulta muy útil, ya que, complementa en gran medida la práctica del job hopping en la búsqueda de nuevos retos profesionales.

Written by despliegatusalas