El desarrollo profesional de cada persona depende de diversos factores. Algunos de ellos no dependen directamente de nosotros, pues la mayoría de estos son externos como, por ejemplo, la oferta laboral, la diversidad de perfiles y carreras profesionales, las empresas contratantes, las jerarquías organizacionales, etc.
En cambio, existen otros que sí dependen de nuestras propias decisiones y que afectan directamente y a nivel individual en nuestro crecimiento profesional como, por ejemplo, la formación, experiencia, capacidades y habilidades. En este último caso encontramos dos grupos de habilidades o skills en los que poner el foco es fundamental para nuestro progreso profesional: hard skills y soft skills.
¿Qué son las hard skills?
A priori, las hard skills son aquellas habilidades que podemos trabajar y pulir a medida que nos vamos formando y desarrollando profesionalmente, y que reflejan nuestro conocimiento técnico a la hora de desempeñar un trabajo. Estas habilidades se irán adaptando en función de las distintas necesidades que tenga el puesto en cuestión.
Normalmente, estas competencias se justifican mediante la adquisición de títulos, certificaciones y cartas de recomendación.
¿Qué son las soft skills?
A nivel personal debemos desarrollar una serie de capacidades que permitan adaptarnos a los distintos entornos laborales y que complementen al mismo tiempo las hard skills. En este sentido, las soft skills son aquellos atributos y rasgos personales que tienen que ver con nuestra capacidad de aprendizaje, resolución de conflictos, dotes comunicativas, sociabilidad, etc. La mayoría de ellas están intrínsecas y son innatas en la personalidad de cada persona.
¿Cómo desarrollar estas habilidades?
Ambas son igual de importantes para fomentar un crecimiento y evolución profesional. Si bien las hard skills suponen la base mínima y necesaria para poder desempeñar un trabajo correctamente, las soft skills complementan ese desempeño, aportando valor y marcando la diferencia con el resto de los perfiles. De hecho, las primeras son el reclamo principal para formar parte de la empresa y las segundas son la clave del éxito en las fases de reclutamiento.
¿Cuáles son las hard skills más demandadas?
Evidentemente, estas dependerán del sector de la propia empresa, de sus necesidades y del trabajo a desarrollar en cuestión. A rasgos generales, si evaluamos las tendencias laborales de 2024 podemos observar que el desarrollo de conocimientos en inteligencia artificial, marketing digital, employer branding y comunicación corporativa son algunos de los más valorados actualmente.
¿Cuáles son las soft skills más demandadas?
Estas habilidades están directamente relacionadas con el talento de las personas y su capacidad natural de desempeñar el trabajo de un modo específico. En este sentido, la actitud, flexibilidad, integridad, responsabilidad, capacidad de trabajo en equipo o de adaptación a los cambios son las más buscadas por los reclutadores.
Una vez realizado este trabajo interno, podemos poner el foco en los aspectos externos que finalmente lo expondrá y serán las claves para impulsar tu carrera profesional. En este sentido, se trata de saber la dirección que queremos seguir, escoger la empresa que nos permita avanzar, relacionarnos con perfiles afines que favorezcan nuestro progreso y utilizar las herramientas que nos sirvan de apoyo para conseguirlo.
En definitiva, tanto a nivel individual como candidato como a nivel grupal como empresa, ambas habilidades son necesarias para el desarrollo profesional, por lo que debemos trabajarlas conjuntamente para que funcionen correctamente y aporten el impulso que necesitamos para convertirnos en el candidato perfecto que las empresas están buscando y para lograr los objetivos marcados de manera exitosa.