Organigrama mixto

En el mundo laboral, las cosas ya no son blancas o negras, ahora predominan los grises que permiten una mayor adaptabilidad a los retos que van surgiendo. Por esta razón, cada día surgen más tipos de organigramas empresariales: verticales, horizontales, circulares y mixtos.

Estos últimos, favorecen una estructura más versátil, ya que, combinando las características de otros modelos según beneficie a la empresa y empleados, podemos mejorar nuestra forma de trabajar.

¿Qué es un organigrama mixto?

La base de un organigrama se centra en la representación visual y organizada de la estructura de la empresa, donde se reflejan de manera simplificada los distintos departamentos, roles y dependencias que ocupa todo el equipo.

Un organigrama mixto surge principalmente por la complejidad de la empresa, la cual necesita adaptar su estructura para responder a una serie de necesidades específicas. En este sentido, este tipo de organigrama normalmente resulta de la mezcla entre el horizontal y el vertical, aunque podemos configurarlo como mejor nos convenga. Para ello, se cogen los aspectos de cada uno de los modelos organizativos que existen, que mejor se adaptan a las necesidades empresariales y facilitan su integración en la estructura en cuestión.

Asimismo, en cada empresa, el organigrama mixto puede ser diferente, pero, en cualquier caso, todos comparten una serie de características:

– Equilibrio entre cargos de autoridad
– Doble línea de autoridad
– Conexión interdepartamental

¿Cuáles son sus ventajas?

Por su naturaleza, un organigrama mixto no es apto para empresas de carácter rígido en las que todo está calculado al milímetro. Este tipo de organización es propio de compañías con un mayor nivel de versatilidad que se me mueven en sectores cambiantes. No obstante, antes de aplicarlo, debemos tener en cuenta una serie de aspectos que tenemos que pensar con tiempo y dedicación:

– Marcar objetivos: qué es lo que se quiere conseguir para poder facilitar la visualización final.
– Establecer jerarquías: definir los diferentes niveles de autoridad que se quieren mostrar.
– Diseñar modelo: claro, atractivo y muy sencillo de entender.

Si conseguimos hacerlo, obtendremos grandes ventajas que se reflejarán en el día a día laboral:

– Flexibilidad y adaptabilidad
– Manejo de prioridades
– Trabajo colaborativo
– Respeto de jerarquías
– Comunicación interdepartamental

Gracias a este tipo de organigramas favorecemos la conexión interdepartamental y fomentamos una comunicación transparente y fluida entre todos los integrantes de la compañía, reduciendo, así, la existencia de departamentos estancos e independientes. En este sentido, comparte muchas similitudes en el espíritu y el enfoque del organigrama circular, a través del cual se prioriza la participación e implicación de toda la plantilla al mismo nivel.

Del mismo modo, podemos complementar cualquier acción empresarial que tomemos para mejorar la organización de la empresa siguiendo las tendencias en RRHH que marcan este año. Así, la automatización de flujos de trabajo, alinear las acciones y esfuerzos dedicados con los objetivos OKRs, el desarrollo de habilidades conocido como Upskilling & Reskilling, aplicar el Employer Branding, incorporar la Inteligencia Artificial para optimizar los procesos, etc., nos permiten potenciar y sacar el máximo rendimiento a cada una de las áreas de la empresa, mejorando la eficiencia, aumentando la productividad y consiguiendo, así, los objetivos marcados.

En definitiva, el organigrama mixto nos ayuda a adaptarnos con mayor facilidad a las necesidades que vayan surgiendo, sin poner en peligro la operabilidad del equipo.

Written by despliegatusalas