La transparencia y sinceridad en la comunicación es la base para mantener relaciones de calidad y productivas. De hecho, mantener una buena comunicación en la empresa es una de las claves básicas para atraer y, sobre todo, fidelizar el talento.
Para ello, muchas empresas recurren a la famosa técnica del feedback para evaluar y mejorar el desempeño de los profesionales. No obstante, surge el feedforward como método alternativo que pretende ir un paso más allá, proporcionando mejores resultados.
¿Qué es el feedforward?
Se trata de un proceso de evaluación del desempeño que parte de una comunicación abierta y de confianza entre empleado y empleador. El objetivo principal es analizar las habilidades, competencias y aptitudes del profesional para detectar áreas de mejora, fomentar las fortalezas y prevenir posibles errores futuros.
La diferencia entre el feedback y el feedforward radica principalmente en que el primero da un juicio sobre el trabajo realizado para corregir un error ya producido y en cambio, el feedforward trata de orientar a las personas previamente al trabajo para que tengan las herramientas necesarias y así, puedan afrontar de un modo óptimo las situaciones futuras.
¿Qué ventajas tiene?
El feedforward fomenta el crecimiento profesional del empleado de una forma preventiva trabajando en los puntos que puedan crear complicaciones en el futuro. Esto demuestra el compromiso de la empresa con el desarrollo del potencial de la persona trabajadora, eliminando el margen de error y basándose únicamente en el punto de vista del empleado y de la persona que lo está evaluando.
Asimismo, muestra otros beneficios valiosos tanto para la empresa como para el profesional:
- Comunicación: favorece conversaciones transparentes y de confianza que, a través de la escucha activa, genera relaciones de calidad entre empleado y empresa.
- Desarrollo: promueve e impulsa el crecimiento conjunto de empresa y empleado y fomenta un entorno de mejora constante.
- Compromiso: evaluar el trabajo del profesional desde una perspectiva previa hace que la persona lo reciba de manera positiva, aumentando su motivación e implicación con la empresa.
Por otro lado, antes de aplicar esta metodología de evaluación, deberíamos tener en cuenta una serie de aspectos para que sea realmente efectiva. Así, evaluar la situación actual para saber los recursos que disponemos, anticiparnos a los posibles obstáculos que puedan aparecer y determinar los puntos fuertes y débiles que queremos analizar son algunas de las primicias que tenemos que tener presente.
No obstante, ambas técnicas, feedback y feedforward no tienen por qué ser contrarias, sino complementarias. Ya que cada una de ellas se hace desde un punto de vista diferente, antes y después del trabajo realizado, el análisis abarca todo el proceso y, por tanto, la evaluación final es más precisa y completa. De esta manera, tendremos una información más exacta de los puntos en los que debemos seguir trabajando para afinarlos del todo y reforzar aquellos que ya están encaminados a la consecución de los objetivos marcados.
Aun así, existen otras técnicas como la crítica constructiva que nos ayudan a evaluar el trabajo de los profesionales y ofrecer sugerencias de cambio o mejora de una manera positiva.
En cualquiera de las situaciones y con el motivo con el que utilicemos algunas de estas técnicas, trabajar nuestras habilidades comunicativas nos ayudará a comunicarnos con nuestro interlocutor de una manera más efectiva, permitiendo que el mensaje que transmitimos sea comprendido en el mismo sentido en el que lo enviamos.
En definitiva, fidelizar el talento es una tarea difícil y, por este motivo, debemos cuidarlo día a día a través de una comunicación fluida, transparente y sincera.