En un entorno laboral tan dinámico como el que nos encontramos ahora, la formación continua se ha convertido en un indispensable para que empresas y plantilla adquieran seguridad y confianza ante los nuevos retos.
Asimismo, para afrontar este panorama surgen nuevas modalidades formativas como el microlearning, que adaptan su enfoque a las nuevas necesidades.
¿Qué es el microlearning?
Se trata de un método formativo orientado al ámbito corporativo que ofrece sesiones de microaprendizaje específicas. Dado que el umbral de atención es eficaz hasta los 20 minutos y que la inmediatez que exige el ritmo de ahora es muy elevada, dedicar breves espacios de tiempo a la formación es vital para mantenernos actualizados y al corriente de las nuevas tendencias profesionales.
Características
La principal característica del microlearning es la precisión en los contenidos para enfocar la atención únicamente en lo que realmente necesitamos y que nos permita una mejor retención de conocimientos. No obstante, existe una serie de peculiaridades que lo hacen único:
Brevedad: de las lecciones para facilitar la realización de la formación durante un tiempo reducido.
Variedad: de formatos en función del contenido, aportando mayor versatilidad y dinamismo por medio de vídeos, juegos interactivos, podcast, etc.
Accesibilidad: gracias a las nuevas tecnologías podemos acceder a la formación desde cualquier lugar y momento.
Flexibilidad: en el enfoque adaptada al ritmo y responsabilidades laborales específicas de cada empresa y/o plantilla.
Ventajas
Sin duda, el microlearning es una herramienta muy útil y eficaz para sacar el máximo partido a nuestro tiempo y responder a las necesidades específicas del momento. En este sentido vemos que, en comparación con los métodos formativos tradicionales, esta metodología ofrece una serie de beneficios que la hacen muy atractiva:
Económica: al reducir costes en la infraestructura y formación como tal, la inversión es menor.
Personalizada: a los objetivos formativos marcados por la empresa y por el profesional, mejorando los resultados organizativos.
Sencilla: dada su brevedad, los contenidos se vuelven mucho más digeribles lo que facilita la comprensión y adquisición de nuevos conocimientos de un modo más rápido.
Gracias a su gran nivel de adaptabilidad a todos los niveles: tiempo, dinero y formato, podemos diseñar microaprendizajes personalizados en función de las necesidades de empresa y/o profesionales. Además, podemos apoyarnos de otras herramientas como plataformas de vídeo, redes sociales o podcast para dinamizar y dar vida a estas formaciones.
Así, en vista a la inminente evolución del mercado, como empresa debemos contemplar la formación que necesitamos a nivel interno. Dentro de esta, existen dos modalidades muy comunes en las empresas que variarán en función de los objetivos marcados: continuada o bonificada. Ambas permiten potenciar el desarrollo profesional de la plantilla acogiendo las tendencias y novedades del sector de manera óptima.
No obstante, no solo es importante formarnos en los contenidos técnicos y específicos para dar respuesta a las necesidades del mercado y desempeñar bien nuestro trabajo. Ahora debemos ir un paso más allá y realizar una formación de 360º que contemple todas las partes implicadas en el proceso. Y es que, en nuestro trabajo, no solo entran en juego lo que sabemos, si no cómo hacemos lo que sabemos, que es lo que realmente da valor a nuestro trabajo. En este sentido, nos referimos a las competencias transversales que son mucho más que meras habilidades, son las actitudes con las que realizamos nuestras tareas diarias que actúan como beneficio complementario y nos diferencia como profesionales del resto.
En cualquier caso, independientemente de sobre qué, dónde y cuándo nos formemos, el microlearning es, sin duda, una herramienta innovadora, eficaz y versátil, capaz de transformar tanto el aprendizaje individual como corporativo en una ventaja competitiva que sacará y potenciará lo mejor de nosotros.
