La película protagonizada por Robert de Niro, “El becario” es un film donde se ensalza la figura de una persona en prácticas. En esta ocasión, la situación es diferente al de los becarios al uso, pero sirve para reflejar su figura dentro de una empresa, algo muy habitual en los negocios de los últimos años.
Pero… ¿porqué son tan importantes los becarios?
Los colaboradores en prácticas son personas jóvenes y sin experiencia en el mundo laboral. Esta falta de experiencia es lo que va a darles un “valor añadido”, ya que vienen sin “vicios” y con ganas de exprimir la experiencia laboral, y que, además, de la mano de un mentor, podrán adquirir nuevo conocimientos y habilidades. A pesar de la inexperiencia, son personas que están preparados y motivados, con ganas de aprender y con afán de superación que les ayudará a tener un desarrollo más progresivo en una compañía.
Además, no tenemos que olvidarnos que los becarios de esta generación son nativos digitales que conocen las herramientas tecnológicas y que a base de un click son capaces de encontrar lo necesario para llevar a cabo un proyecto o idea, aspecto clave que servirá a la empresa para seguir potenciando la innovación.
Aportación de nuevas ideas, desarrollo de la creatividad, dar enfoque diferente a los proyectos, colaborar con la diversidad… serán solo algunos de los efectos que podrán tener los becarios en los diferentes equipos de trabajo.
Y es que, en muchas ocasiones las prácticas son vistas como la oportunidad de obtener el primer empleo. Por ello, los becarios estarán muy implicados y comprometidos en el desempeño de sus funciones con el fin de poder aprovechar al máximo el tiempo que estarán en la empresa, así como poder mostrar sus cualidades de cara a un futuro en la compañía.
En definitiva, desde las empresas se debe potenciar los programas de becarios para fomentar y ayudar a los jóvenes a introducirse en el mundo laboral, así como para poder transmitir sus valores y principios al talento del futuro.