Desde la madrugada del 28 de junio de 1969, noche en la que tuvo lugar la conocida como Revuelta Stonewall, se celebra, cada año y el mismo día, el Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+. Una serie de manifestaciones espontáneas y violentas en protesta contra una redada policial, que tuvo aquella madrugada en el pub conocido como Stonewall Inn, fue lo que dio lugar a esta señalada fecha. Es común citar estos disturbios como la primera ocasión, en la historia, en que la comunidad LGTB luchó contra un sistema que perseguía a este colectivo, por el simple hecho de ser personas no convencionales, y que contó con el beneplácito del gobierno estadounidense.
A pesar de los avances que se han ido produciendo en los últimos años, sigue existiendo una realidad en la que un alto porcentaje -más del 80% de personas LGTBIQ+- no se siente capacitado para hablar con naturalidad sobre su orientación sexual en el trabajo, por temor a ser objeto de rumores o a que esta confesión perjudique su carrera profesional.
Sin embargo, cada vez son más las empresas que apuestan por el compromiso con la sociedad, promocionando la diversidad como uno de sus principales ejes de actuación. Según REDI (Red Empresarial por la Diversidad e Inclusión LGTBI), “los grandes empleadores de España ya son conscientes de los beneficios que reporta para la empresa y para el empleado crear estos entornos seguros e inclusivos”.
El último estudio de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales muestra que España está a la cabeza, ocupando el sexto lugar, entre los países europeos que aportan al colectivo LGTBIQ+ un mayor apoyo y protección de sus derechos, teniendo una de las legislaciones más inclusivas con los derechos del colectivo.
Actualmente, son muchas las compañías que priman formar equipos de trabajo heterogéneos en los que exista pluralidad de perfiles, pues el hecho de pertenecer a un grupo con diferentes formas de pensar, analizar y llevar a cabo un proyecto ampliará las posibilidades de éxito del grupo, consiguiendo la mejor versión de cada empleado y, por tanto, del equipo.
Con el fin de facilitar una orientación práctica sobre lo anteriormente expuesto a las empresas, la Oficina de las Naciones Unidas de Derechos Humanos, en colaboración con la entidad Institute for Human Rights and Business, ha elaborado los principios de conducta contra la discriminación laboral de las personas LGTBIQ+, en diferentes contextos:
- En todo momento, respetar los derechos humanos de los miembros de la comunidad, los empleados y los clientes LGTBIQ+.
- Eliminar la discriminación contra los empleados LGTBIQ+ en el lugar de trabajo.
- Prestar apoyo al personal LGTBIQ+ en el trabajo
- No discriminar a los clientes, proveedores y distribuidores LGTBIQ+.
- Defender los derechos humanos de las personas LGTBIQ+ en las comunidades donde desarrollan su actividad.
El sector empresarial juega un papel fundamental en la integración de este colectivo, para asegurar que sus derechos en el sector del trabajo se cumplen.
En definitiva, la inclusión de las personas LGTBIQ+ en el ámbito laboral contribuye a una mayor visibilidad y reconocimiento del colectivo y de las empresas a las que pertenecen. Es precisamente esto lo que establece el firme convencimiento de que la diversidad e inclusión son una clara ventaja competitiva para la compañía, creando un mundo en el que la diferencia sea, justamente, lo que una.