La gestión del desempeño en los sistemas tradicionales recompensa el logro individual, centrándose en la evaluación de objetivos. Sin embargo, las empresas están modificando esta forma de evaluar a sus empleados, pasando a dar importancia a la contribución en equipo más que a los logros individuales.
El performance management es un nuevo modelo de gestión que se centra en el equipo. Este modelo es posible gracias a las nuevas tecnologías, entre otras cosas porque la constante monitorización hace que cada empleado pueda ver inmediatamente su aporte al equipo o hacer correcciones sin necesidad de llegar hasta el final. Todo este proceso consigue una implicación mayor del empleado, incrementando el rendimiento de la plantilla.
Según el informe de Tendencias Globales de Capital Humano 2019 de Deloitte, el futuro de las compañías está determinado por la necesidad de replantear las prácticas de talento, con el objetivo de mantenerse en el mercado laboral. El estudio refleja cómo los procesos de gestión del rendimiento van centrándose cada vez más en establecer objetivos ágiles, en una costumbre de feedback constante y en el entrenamiento y desarrollo en lugar de basarse tanto en la evaluación individual.
Con todo esto, la forma de evaluar a los empleados ha registrado cambios en los últimos años pasando del people-centric al team-centric.
En el primer modelo, la evaluación se centra en objetivos individuales. El manager establece los mismos y cada empleado va reportando su avance y logros a su superior. Sin embargo, en el modelo team-centric todos trabajan para conseguir un mismo propósito, siendo los propios empleados los que se fijan sus metas para llegar a esos objetivos comunes. El líder supervisa el proyecto y con esta dinámica se crea mayor compromiso e implicación.
El papel del líder es fundamental en este proceso de cambio de evaluación hacia el empleado. Ellos deben prestar más atención a la información cualitativa y no basarse tanto en la información cuantitativa. También deben ser flexibles a la hora de revisar el trabajo, con el fin dar a los empleados observaciones que les hagan crecer, intentando no quedarse exclusivamente en el rol de evaluador.
Apostar por un método como el performance management para evaluar requiere que la empresa apueste por una cultura de comunicación y diálogo. De hecho, existen herramientas como Yammer, que facilitan la comunicación interna de los grupos de trabajo. Para aplicar esta técnica es completamente necesario hacer un seguimiento continuo, recibir feedback periódicamente y es fundamental encontrar un método para medir todas las variables, expresándose con datos reales que permitan ser valorados de forma objetiva.
Beneficios de apostar por el performance management en la empresa:
- El empleado adquiere un mayor compromiso con las metas a conseguir.
- Optimización de tiempo en el trabajo, ya que no es necesario esperar a que cada colaborador cuente con un objetivo individual para poder comenzar a trabajar.
- El debate sobre cómo llegar al objetivo hace que se genere una coalición fuerte entre los empleados.
- Cada miembro del equipo sabe qué puede aportar, siendo consciente de sus acciones constantemente.
- El reporte de resultados es constante, por lo que motiva a corto plazo la consecución de estos logros pudiendo corregir acciones en el momento antes de llegar al objetivo final.
- Los colaboradores sienten que forman parte de todo y pertenecen a un grupo que desea conseguir algo en conjunto.
- Disminución de conflictos al saber desde el inicio el rol que juega cada uno dentro del equipo.
- Ayuda en el sentimiento de pertenencia al grupo, al diálogo con el feedback constante y perder ese “miedo” al opinar o proponer.
Actualmente, el éxito empresarial está directamente relacionado con la retención del talento y la capacidad de la fuerza laboral. Esta capacitación y desarrollo del empleado ha de ser un factor fundamental en la gestión del rendimiento y las compañías deben innovar y abrirse a tácticas de assessment.
La creación de espacios de capacitación y desarrollo que estén orientados a dotar a los empleados de todas las herramientas necesarias para que puedan potenciar sus competencias y habilidades hará que se optimicen los resultados obtenidos por el equipo de trabajo. Evaluar el desempeño en equipo, sin duda, mejora los resultados conseguidos y la satisfacción de todas las personas que conforman el mismo.