Tras una larga trayectoria laboral, la esperada jubilación es un momento que muchas personas, llegadas a cierta edad, esperan con ilusión, ya que es su tiempo para descansar después de tantos años trabajando. Sin embargo, no hay que olvidar que es un cambio muy importante en nuestras vidas en el que, a veces, podemos sentir una cierta pérdida de identidad o confusión.
Podemos definir la jubilación como la transición que implica el abandono de un rol laboral y requiere de la capacidad para reestructurar el sistema de funciones y actividades personales.
Después de pasarnos la mayor parte de la vida haciendo lo que se debe hacer -ir al colegio, estudiar, especializarte, trabajar, adquirir responsabilidades, etc.- la jubilación tiene que entenderse como esa etapa de libertad y felicidad donde podrás pasar el resto de vida cómo y dónde quieras. Lo importante es saber que, al ser un cambio vital, conlleva un periodo de aclimatación que durará más o menos, según la persona.
Existen diferentes fases de adaptación, aunque no todo el mundo pasa por todas ellas, ni tampoco en el mismo orden.
- Fase de “Luna de miel”: Es la que ocupa los primeros días tras la jubilación. La sensación más común es similar a estar de vacaciones, pero sin la presión de pensar que se acaban esos días. La persona está feliz y las expectativas son altas.
- Fase de “Desencanto”: Tras los primeros días y semanas de descanso, las cosas empiezan a no ser como esperamos, aparecen las primeras dificultades para llevar a cabo todo lo planeado, sale a relucir la nostalgia del trabajo y con esto pueden aparecer síntomas como la ansiedad o depresión.
- Fase de “Reorientación”: Aquí buscamos nuevas expectativas más realistas y ajustadas a la nueva situación, a causa de la etapa anterior.
- Fase de “Estabilización”: En esta ultima fase, nos adaptamos finalmente a la jubilación, alcanzando un equilibrio entre posibilidades y recursos.
Es realmente importante tener en cuenta que, una vez jubilado, sentirse perdido al principio es muy común. Después de infinidad de años trabajando, siguiendo una rutina diaria estricta, que todo se detenga resulta confuso. Son muchas las personas que se sienten inútiles por no estar en activo, sin obligaciones reales, y se derrumban emocionalmente. A veces, incluso se termina cayendo en una depresión y eso es justo lo que hay que evitar.
¿Cómo disfrutar de una jubilación positiva?
Es importante tenerlo todo bien planificado porque nos adaptamos mejor a aquello que estamos esperando que suceda. La empresa es un punto clave en el inicio de esta etapa, ya que el fin de una etapa dice mucho del comienzo de otra. Una despedida con el merecido reconocimiento tras toda una trayectoria laboral hace que la autoestima, el ánimo crezcan sintiéndose enormemente valorado.
Rodearnos de familiares y amigos y mantenernos activos social, intelectual y físicamente son factores imprescindibles cuando llega el momento de abandonar tantos años de trabajo.
¿Cuántas veces nos hemos quejado de la cantidad de cosas que nos gustaría hacer y no podemos por falta de tiempo? Pues la jubilación también es el momento de realizar todas aquellas actividades que no hemos podido hacer como, por ejemplo, clases de baile, cocina, jardinería, pintar, escribir, viajar, retomar esos hábitos de vida saludables perdidos, etc.
Ahora bien, tras décadas trabajando, llega ese momento en el que somos dueños totales de nuestro tiempo y vamos a poder elegir con total libertad dónde invertirlo.
Tu jubilación depende de ti y de cómo decidas utilizar tu tiempo.
En definitiva, cada persona afronta su jubilación de forma distinta, dependiendo de sus particularidades. Algunas la planean con mucha antelación mientras que otras creen que nunca llegarán a sentirse libres por las circunstancias económicas, entre otras. En caso de llegar bien preparado a la jubilación, con buena salud y pocas responsabilidades, ¿qué mejor que afrontarla como una nueva etapa con infinitas posibilidades?
Tener una mente abierta, ser capaz de elegir metas concretas, tomar decisiones, jugar con nuestras capacidades personales y mantener una relación activa con personas de nuestro entorno nos ayudará a que ese esperado retiro sea, de verdad, dorado.