El bienestar laboral está a la orden del día en todas las empresas. Cada vez más, surgen nuevas estructuras organizativas, herramientas y metodologías que velan por el crecimiento y desarrollo profesional de plantilla y compañía en la misma dirección.
Por este motivo, vemos que muchas empresas ponen en el centro las necesidades de los empleados para en base a eso tomar sus decisiones. Un ejemplo claro de ello es el método ERG o Employee Resource Group, conocido como las organizaciones de trabajadores que se unen con el propósito de promover valores corporativos en beneficio de ambas partes.
¿Cómo funciona un ERG?
Se trata de grupos formados por empleados que, de manera voluntaria, se unen por un interés social común que, a través de ideas y acciones, faciliten la consecución de objetivos y el cumplimiento de necesidades personales y profesionales de todas las personas que forman parte de la compañía.
Para ello, la empresa da apoyo a estas iniciativas ayudando a crear conexiones entre las distintas personas de los equipos que lo forman para conseguir su propósito, ya que estas también se verán beneficiadas.
¿Qué beneficios tiene un ERG?
Sin duda, este tipo de organizaciones muestran ventajas competitivas, ya que no hay mejor fuente de información de las necesidades personales y profesionales de la plantilla que la propia plantilla. Como sabemos, ya no solo se busca conseguir una estabilidad laboral y económica, ahora necesitamos ir un paso más allá. En este sentido, nos referimos a los aspectos sociales de un trabajo, como sentirse incluido y valorado. No obstante, esta metodología proporciona beneficios a ambas partes por igual:
- Mejora el ambiente laboral.
- Fomenta la unidad y el sentimiento de pertenencia de la plantilla.
- Aumenta la satisfacción de los empleados y potencia la productividad.
- Reduce la rotación de plantilla y favorece la fidelización del talento.
- Facilita el desarrollo profesional e impulsa la promoción interna.
- Promueve un entorno laboral inclusivo y respetuoso.
Asimismo, estos grupos muestran gran versatilidad ya que se pueden crear y orientar en un sentido u otro en función de los objetivos que busquemos como, por ejemplo, promover la salud mental, la diversidad, la inclusión, etc. De esta forma, se crearán grupos específicos y se diseñarán actividades concretas para cubrir tales necesidades.
Por otro lado, podemos complementar estos grupos diseñando un programa de bienestar laboral específico que cubra las necesidades de los empleados a todos los niveles: profesional, personal, cultural, social y económica. Para ello, tendremos que analizar la situación inicial de la empresa y de la plantilla, marcar objetivos e implementar estas iniciativas, entre otras acciones.
En cualquier caso, los Employee Resource Group persiguen la consecución de una serie de valores que como empleados esperan de su empresa: compromiso y reconocimiento del trabajo prestado, responsabilidad social corporativa como contribución al mundo, toma de iniciativa a través de habilidades de comunicación que dé la oportunidad a los trabajadores de decidir cómo quieren que sea su lugar de trabajo, honestidad en los mensajes como la base de la confianza en la relación entre ambas partes y la ética empresarial e integridad como filosofía empresarial que vele por los derechos de las personas en todos los aspectos.
Sin duda, se trata de un sistema muy útil para conocer de primera mano los puntos fuertes y débiles que como marca empleadora ve nuestra plantilla para, en base a ello, decidir y actuar en consecuencia. De esta forma, conseguiremos enfocar nuestros esfuerzos, optimizar nuestros recursos y adoptar un equilibrio que sea beneficioso para ambas partes.