Hoy día, la palabra talento se encuentra en el punto de mira de las empresas. Más allá de eso, se plantea el objetivo de atraer, fidelizar y retener ese talento, pero ¿cómo?
Lo primero que debemos tener claro es qué tipo de talento estamos buscando, es decir, afinar las cualidades, habilidades y competencias que necesitamos para nuestra empresa. En este sentido, podemos ver si precisamos de un talento más senior donde prima su experiencia y conocimiento, o en cambio, el talento joven, con capacidad de adaptación y aprendizaje.
Concretamente, nos centraremos en este último pues, hoy en día, cada vez son más las empresas la que apuestan por su potencial. Para ello, antes debemos tener en cuenta unas bases para saber cómo trabajar con él.
¿Cómo atraerlo?
Bien es sabido que el salario ya no es la única ni la primera motivación de los profesionales a la hora de buscar trabajo y, mucho menos, lo es para los perfiles junior. Ahora, la definición de nuevas estrategias que atraigan y retengan el talento es la base principal para lograrlo.
Marca atractiva: las primeras impresiones, en la mayoría de los casos, pueden ser determinantes a la hora de seguir avanzando en el proceso de selección o no. Para ello, construir una buena imagen de la compañía en cuanto a cultura positiva, ambiente laboral agradable y oportunidades de desarrollo se refiere, es primordial para convertirnos en esa empresa en la que les gustaría trabajar.
Flexibilidad: apostar por estructuras más innovadoras que permitan la adaptación natural a las necesidades que vayan surgiendo, favorece el compromiso de los profesionales con la empresa. Así, el trabajo híbrido, entre sistema presencial y online con el teletrabajo o mayores facilidades para la conciliación familiar son fundamentales para ellos.
¿Cómo retenerlo?
Si bien es cierto que atraer el talento puede parecer lo más difícil de conseguir, más aún lo es retenerlo. Ya que, esa ilusión que se genera al iniciar una trayectoria laboral en una nueva empresa debe mantenerse a lo largo del tiempo de manera que seamos capaces de sacar el máximo partido y rendimiento a ese talento, al mismo tiempo que éste se siente realizado y motivado a continuar en la compañía. Para ello, debemos fomentar:
Aprendizaje y desarrollo: la oportunidad de dar rienda suelta a nuevas habilidades y emprender una carrera profesional dentro de la empresa que permita la evolución a nivel personal y profesional, son algunas de las claves para potenciar el compromiso e implicación con la compañía.
Sentido de pertenencia: fomentar la participación dentro del equipo en los diferentes proyectos, así como en la toma de decisiones, es fundamental para sentirse más involucrados y comprometidos con la empresa. Las nuevas generaciones valoran mucho la oportunidad de ser escuchados y valorados, sintiendo que su papel en la empresa es importante.
¿Cómo fidelizarlo?
Fidelizar el talento supone la máxima recompensa para la empresa y el mayor grado de satisfacción de los jóvenes que alcanzan ese punto, pues, por fin, han encontrado su lugar en el mundo laboral que le aporta un equilibrio profesional entre los aspectos más personales y el sentimiento de autorrealización. Eso sí, no debemos dejar de seguir aportando al empleado incentivos que refuercen ese orgullo de pertenencia.
Recompensa: ofrecer unas condiciones laborales que cubran todos los aspectos importantes del día a día de las personas, sin duda es la clave del éxito para afianzar este talento. En este sentido, el salario emocional, es decir, la recompensa mucho más profunda y personal que se pone en el lugar de cada persona para aportarles todo lo que realmente necesitan para realizar su trabajo de la mejor manera.
En definitiva, el talento joven se encuentra en constante movimiento, vivo de emociones y con ganas de aprender y experimentar. Sin duda, es el cóctel perfecto para dar comienzo a una carrera profesional dentro de una empresa en la que se sentirse motivado dispuesto a evolucionar y dar lo mejor de sí.