Hasta hoy, la mayoría de las empresas centraban todos sus activos en crear una experiencia única para el cliente, donde todas las acciones propuestas y decisiones tomadas son realizadas para cumplir sus necesidades y deseos.
Actualmente y debido a todos los cambios acontecidos en el entorno laboral, las empresas se han dado cuenta de que el cliente es muy importante pero cuidar al empleado es fundamental. En esta ocasión, ponen al empleado en el foco de sus decisiones. Pero ¿a qué se debe este cambio?
Esto se debe a que no solo importa llegar al final, en este caso al cliente. Ahora, importa mucho cómo llegamos hasta ese final y, por tanto, cómo conseguimos buenos resultados. Para ello, resulta fundamental cuidar todo el proceso y de los encargados de llevarlo a cabo, los empleados. Una cuestión aparentemente evidente, ya que, si el proceso es cuidado durante sus diferentes fases, el resultado será más satisfactorio. Entonces ¿cómo lo hacemos?
Así, descubrimos el Employee Journey Map, una herramienta empleada por RRHH, centrada en mapear y visualizar de forma sencilla la experiencia del empleado a lo largo de su estancia en la compañía. Este estudio se realiza con el fin de conseguir empleados satisfechos, felices y comprometidos con la empresa y sus valores.
¿Cómo funciona?
Se trata de analizar las distintas fases o touchpoints que el empleado tiene con la empresa para aprovecharlos completamente:
- Contratación y reclutamiento del talento:es el primer contacto que tiene el potencial empleado con la empresa en su posible selección para el puesto. Es muy importante transmitir, desde el principio, los valores de la empresa para que el empleado conecte con la misma y los transmita.
- Onboarding: resulta primordial la fase inicial de incorporación, donde el nuevo talento captado se sienta acompañado en sus primeros días.
- Desarrollo: se trata de promover la fidelidad y el compromiso del empleado en su actividad. Para ello, la motivación a través de unas condiciones de trabajo favorables hace que responda positivamente.
- Reconocimiento: consiste en realizar un control y seguimiento continuo de la trayectoria del empleado, para comprobar que se cumple con sus expectativas y con los objetivos marcados por la empresa. Así, reconociendo su labor, aumenta directamente la productividad del empleado.
- Salida u Offboarding: la experiencia del empleado hay que cuidarla incluso cuando este se marcha de la empresa.
En definitiva, se trata de ponerse en la piel del empleado desde que llega hasta que se va de la empresa, cuidando todo su paso por la compañía, a través de la escucha activa constante de sus necesidades, deseos e inquietudes. Esto permite aprender de cada uno de ellos, ajustando cada una de las situaciones individuales que se acontezcan y motivándoles en su día a día. Lo que se traduce en una serie de beneficios para el propio empleado que, a su vez, repercuten de manera positiva en la empresa:
- Buena comunicación:sentirse libres de transmitir sus necesidades y motivaciones con la empresa, permite obtener feedback acerca de cómo se encuentra dentro de la organización. Pudiendo potenciar sus fortalezas y tratar sus debilidades.
- Aumento de bienestar: mantener la escucha activa con el empleado hace que se sienta más satisfecho y comprometido con la empresa.
- Mayor rendimiento y productividad:la eliminación de aspectos negativos reduce las distracciones y el malestar, potenciando el desarrollo del empleado en su actividad, al mismo tiempo que se reduce el estrés laboral.
- Reconocimiento: consiste en realizar un control y seguimiento continuo de la trayectoria del empleado, para comprobar que se cumple con sus expectativas y con los objetivos marcados por la empresa. Así, reconociendo su labor, aumenta directamente la productividad del empleado.
- Salida u Offboarding: la experiencia del empleado hay que cuidarla incluso cuando este se marcha de la empresa.
Por ello, el Employee Journey Map podría ser complementado con la utilización de otras metodologías similares, como People Analytics. Esta se basa en la aplicación de estadísticas y modelos de datos relacionados con los empleados, analizando las fortalezas y debilidades de los mismos, con el fin de mejorar su rendimiento laboral.
Este cambio de sentido en las organizaciones que ahora centran su atención en los empleados, colocándolo como eje principal de la dirección de las mismas, se ha visto propiciado fundamentalmente por la pandemia. Así, se han establecido nuevos modelos de negocio, nuevas prioridades y, por tanto, nuevos beneficios para los empleados.