Si te pidieran que describas a un líder, ¿cómo te lo imaginas? Probablemente, debido a los prejuicios y estereotipos que adquirimos de manera natural, te imagines una persona fuerte, apuesta y decidida, ataviada de manera elegante.
El estilo de liderazgo se refiere a la forma en la que un líder influye en sus empleados y a cómo trabaja para conseguir sus objetivos, basándose en la capacidad para motivar a los empleados. Cómo motivar al empleado es uno de los temas más recurrentes porque se ha comprobado que es uno de los puntos clave para mejorar la eficiencia de la empresa.
Un buen líder debe ser capaz de conseguir esto pero… ¿cómo?
La teoría de la contingencia de Fiedler establece que para que un líder sea eficaz, ha de adaptarse a cualquier situación, pudiendo identificar su propio estilo, es decir, el estilo de liderazgo varía de una persona a otra.
Es un modelo que determina si un líder es adecuado para un grupo de trabajo determinado, a través de la medición de su estilo de liderazgo y la situación del grupo que tiene que liderar.
Aunque este modelo no describe todas las situaciones posibles, sí que nos permite obtener resultados más precisos. Fiedler aseguraba que el estilo de liderazgo depende del entorno y este, a su vez, está determinado por tres factores:
- La relación existente entre el líder y los miembros del grupo: mide la calidad del vínculo y tiene gran influencia en aspectos como la confianza, lealtad o respeto que se tenga hacia el jefe.
- La estructura de tarea: depende de cómo están definidos los objetivos y si las personas que trabajan esas tareas los conocen.
- La capacidad de liderazgo: es la habilidad del candidato para gestionar el grupo y lograr que se cumpla, con motivación, con las tareas asignadas.
¿Cómo identificamos al líder adecuado?
Según el método de Fiedler, localizar un líder adecuado para cada situación es algo fácil y rápido. Debe hacerse mediante la relación de los aspectos anteriores y su relación con conceptos más abstractos pertenecientes al área de recursos humanos.
No existe un líder absoluto que sea mejor en todos los aspectos, pero los líderes con una orientación a la tarea son mejores liderando grupos mecanizados en los que el trabajo está claramente definido. Sin embargo, para grupos en los que haya que tomar decisiones para resolver problemas complejos, será mejor apostar por un líder orientado a las relaciones. En ambos casos, la cultura de feedback continuo está presente, siendo una de las claves más importantes para su éxito.
Ventajas del modelo de contingencia de Fiedler
Ser un método rápido y fácil hace que sea una de las principales razones por las que, actualmente, el modelo de Fiedler es popular en los procesos de selección de líderes en empresas a nivel mundial, y disfruta de las siguientes ventajas:
- Los resultados de este modelo permiten a las empresas posicionar a cada jefe en el ambiente de trabajo más adecuado.
- Impulsa las relaciones interpersonales y mejora el clima laboral, ya que las reflexiones de los empleados se tienen en cuenta para perfeccionar las situaciones que así lo requieran.
- Se reconocen con facilidad los puntos fuertes y débiles.
- Flexibilidad ya que, al obtener resultados tan precisos, permite que se puedan adaptar a multitud de líderes, grupos, empresas y situaciones.
- Conocer las necesidades de los empleados respecto a su líder.
La aplicación de método Fiedler es un factor diferencial entre las empresas para mejorar su productividad o conocer mejor el perfil de todos los componentes del grupo. También nos permite conocer qué tipo de cambios y dinámicas se deben llevar a cabo para potenciar el trabajo en equipo y así mejorar el ambiente laboral.
En conclusión, el método de contingencia de Fiedler es, gracias a su flexibilidad para adaptarse a diferentes situaciones y su gran efectividad a la hora de valorar las habilidades de un líder, uno de los métodos fundamentales para determinar la capacidad de liderazgo de una persona.