ORGANIZACIONES TEAL

Reinventar las organizaciones supone un arduo trabajo que no sabemos por dónde empezar, pero que cada vez resulta más necesario realizar. Debido a los constantes cambios que surgen en nuestro día a día y a los que inevitablemente nos tenemos que enfrentar, nos damos cuenta de que lo que hace unos años funcionaba, ahora ya no; quedando obsoletas algunas formas de pensar, trabajar, organizar el trabajo, dirigir, etc.

Es, por esto mismo, por lo que las empresas se ven más motivadas a adaptarse a las nuevas tendencias que van surgiendo, creando nuevos modelos de trabajo y reorganizando la estructura organizacional de la misma.

De este modo, vemos que cada vez son menos las empresas que mantienen la estructura jerárquica piramidal, ya que la mayoría ven más futuro en su transformación hacia una estructura menos rígida y estricta, convirtiéndose en Organizaciones Teal.

¿Y qué son estas organizaciones?

Las organizaciones Teal suponen un giro total a nivel organizativo, que pone a los empleados como centro, tratando de potenciar su talento con el objetivo de crear una comunidad más comprometida y equilibrada. Ya no se le da tanta importancia a la estructura vertical, donde primaba más la antigüedad y los cargos, que lo que realmente una persona podía aportar a la empresa. Lo que se persigue es fomentar la colaboración, la participación y la integración de los diferentes equipos en un sentido más horizontal, donde todos se sientan igual de valorados e importantes, independientemente del puesto que ocupen.

Es así como los empleados se sienten más cómodos a la hora de tomar decisiones, aumentando su proactividad, potenciando su creatividad y desarrollándose profesionalmente desde un lado más emocional.

Pero, ¿cómo surge este modelo de negocio? El término Teal, en inglés se refiere al color azul verdoso, fue acuñado por Frederic Laloux, quien, tras investigar la forma y estructura organizacional de varias empresas, llegó a la conclusión de que existían distintos tipos de organización según la evolución que habían o no seguido, clasificándolas en un sistema de colores:

  • Rojo: sigue la estructura más tradicional hasta ahora conocida, donde los cargos directivos dirigen de un modo autoritario al resto de niveles; los cuales simplemente se limitan a acatar órdenes.

  • Ámbar: con una perspectiva a largo plazo y en sentido piramidal, los empleados consiguen ascender de puesto en base a su antigüedad en la empresa.

  • Naranja: supone un gran avance y revolución frente a las dos anteriores, donde los empleados son motivados a realizar y conseguir méritos, que les permita escalar en su carrera profesional. Cumplir con objetivos individuales, innovar y la meritocracia son sus máximas.

  • Verde: busca el empoderamiento de todos los miembros de la organización, centrando el foco en los clientes y en los empleados, fomentando el sentimiento corporativo basado en los valores de la empresa.

  • Teal o azul verdoso: la supervisión, basada en el orden y control gestionado en un sentido jerárquico, es sustituida por la autonomía y proactividad de los empleados en el desarrollo de su trabajo y en la toma de responsabilidades. Concretamente, basa su gestión en base a tres pilares fundamentales: autogestión, plenitud y evolución.

Es en estas organizaciones, donde saber detectar a tiempo el talento de los empleados y gestionarlo adecuadamente resulta fundamental para el éxito profesional, tanto de los empleados como el de la empresa. De esta forma, sabremos situar aquellas personas que cuenten con algún talento potencial en un puesto y con una responsabilidad de la que poder sacar un buen trabajo y que al mismo tiempo haga que el empleado se sienta feliz y realizado.

De hecho, muchas compañías están aplicando métodos innovadores como el Bootcamp, para atraer y fidelizar con técnicas más creativas y dinámicas a los talentos más jóvenes. Referido a un entrenamiento deportivo, este término ha ido evolucionando para convertirlo en una especie de juego de selección en el que los candidatos adquieran habilidades nuevas, trabajen en equipo y desarrollen todo su potencial.

En definitiva, los empleados han pasado a convertirse en el activo más importante para las empresas, por lo que estar en armonía entre ambos es la clave para el éxito profesional.

Written by despliegatusalas