La evolución de las nuevas tecnologías progresa a pasos agigantados y, cada vez más, las empresas y los empleados están siendo conscientes de ello. Las compañías han comenzado a introducir la digitalización en todos sus procesos, pero, para ello, deben tener en cuenta que de nada sirve introducir tecnología si las personas que van a trabajar con ella no están familiarizadas con su uso.
La digitalización es el proceso por el cual las tecnologías cobran un papel fundamental en la organización de una empresa y de esta forma ayudan a estar más cerca de los clientes, más informados sobre la competencia y más al tanto de los cambios socioculturales que ocurran en el panorama actual.
Resulta fundamental fomentar el talento digital, que se trata de una serie de conocimientos y actitudes que posee una persona para beneficiarse de herramientas tecnológicas a la hora de desempeñar determinadas tareas. Aunque a priori pueda parecer que para desarrollar esta capacidad sea necesario única y exclusivamente poseer habilidades relacionadas con la analítica, inteligencia artificial, Big Data, etc., la realidad es que adquirir estas competencias no sería posible sin algunas soft skills como: la adaptación al cambio, la gestión del tiempo, la inteligencia emocional o el trabajo en equipo.
Cómo gestionar el talento digital
Los equipos de Recursos Humanos de las entidades deben esforzarse en gestionar de forma óptima esta revolución digital que estamos viviendo para que los negocios prosperen de forma positiva. Por ello, es fundamental que trabajen en los siguientes aspectos:
1. Auditoría del talento digital. Deben tener la capacidad de reconocer el talento a la hora de reclutar nuevos empleados, saber encontrar el perfil perfecto para cada puesto. Además, no pueden olvidarse de las personas que ya forman parte de la plantilla y que también necesitan un seguimiento de su talento, “exprimirlo” para sacar lo mejor de cada uno.
2. Nuevos perfiles digitales. La era digital ha provocado que inevitablemente nazcan nuevos puestos de trabajo que hasta hace unos años no existían: Data scientist, arquitecto de Big Data, especialista en SEO, etc., por tanto, desde RRHH tienen que estar al tanto de las nuevas necesidades digitales de las empresas para crear ofertas de empleo que puedan desarrollar esas labores.
3. Reciclaje de puestos existentes. La ola tecnológica también ha afectado a los empleados que llevan muchos años en activo y que han tenido que acostumbrarse a una nueva forma de trabajar. Así pues, muchos profesionales están reciclando sus conocimientos para no estancarse en el mercado laboral. Las compañías deben poner a disposición de estas personas formaciones para ampliar sus conocimientos en competencias digitales, deben fomentar técnicas de reskilling y upskilling.
4. Cambio cultural. Para que la transformación digital sea efectiva será necesario modificar diferentes aspectos de la cultura. Para que esto sea posible, resulta conveniente fomentar la cultura colaborativa, que se trata de una disciplina que sostiene que trabajar en equipo por un mismo objetivo común es la base de todo trabajo exitoso. Para implantar esta cultura deben seguir algunas pautas como: fijar una misión común, adaptarse y evolucionar, compartir información con el resto del grupo, etc.
5. Líderes digitales inspiradores. El liderazgo en esta situación cobra especial protagonismo, las entidades necesitan un líder que guíe a sus equipos y a la vez les dote de libertad para la toma de decisiones. Los empleados deben ser colaborativos y responsables.
Por qué es importante fomentar la digitalización en las empresas
Hemos hablado de cómo gestionar el talento digital, pero, no de por qué es tan importante hacerlo. A continuación, presentamos una serie de ventajas que proporciona el uso de estas herramientas en nuestro trabajo:
1. Aumenta la motivación y mejora el rendimiento. Están expuestos a una serie de nuevos estímulos que mantienen las ganas e ilusión por el trabajo más a raya que nunca. Esto se debe a que este método de trabajo fomenta aspectos como el teletrabajo, la movilidad interna, la movilidad geográfica, etc., factores que influyen en el estado de ánimo de los empleados.
2. Genera oportunidades de desarrollo profesional. Tal y como hemos comentado en el punto anterior, aparece la necesidad de reinventarse laboralmente, por lo cual, los colaboradores no se quedan estancado en un perfil único a lo largo de muchos años, sino que evolucionan progresivamente mientras van adquiriendo nuevos conocimientos.
3. Mejora la resolución de futuros retos y la eficiencia. Si trabajan en un entorno laboral cambiante, en el que tiene a su favor múltiples herramientas tecnológicas para solventar sus tareas del día a día, por lo que estarán acostumbrados a los desafíos y podrá afrontar mejor nuevos proyectos. Por otro lado, la eficacia con la que se enfrentarán a sus funciones será mucho mayor.
En pocas palabras, el mundo digital es el motor de las empresas actualmente y estas tienen que esforzarse en ir incorporando, poco a poco, nuevas tecnologías que faciliten las tareas de los empleados y, a la vez, ayuden a resolver las nuevas necesidades que el negocio presenta.