Las empresas quieren fidelizar a sus mejores empleados y, a la vez, atraer talento. ¿Cómo conseguir que acudan a una empresa y no a otra? Diferenciándose entre ellas gracias a la implantación de una buena estrategia de employer branding. Y es que, si las compañías mejoran su imagen de marca, serán más atractivas en el mercado laboral.
¿En qué consiste el employer branding?
Esta práctica trata de la construcción de una buena imagen de la empresa de cara a sus actuales y futuros empleados. Lo que se intenta es asociar aspectos positivos de identidad corporativa a la empresa para que resulten interesantes.
¿Por qué es tan importante el employer branding para las empresas?
El objetivo de llevar a cabo una estrategia de employer branding es conseguir que la empresa obtenga una buena imagen de marca para que las personas quieran trabajar en ella, o con ella incluso.
¿Cómo construir una estrategia de employer branding?
Estos son algunos de los aspectos que las empresas tendrán que tener en cuenta de cara a la implementación de esta táctica:
Toda la empresa tiene que estar involucrada: llevar a cabo la estrategia de employer branding no corresponde solo al departamento de RRHH, sino a todos los empleados. Toda la empresa debe trabajar en la misma dirección y se les debe hacer partícipes de los éxitos y desafíos que afronte la compañía.
Transparencia: las empresas se deberán centrar en transmitir transparencia y honestidad, por ejemplo, mostrando los verdaderos valores de la propia empresa, tanto a trabajadores internos como a los posibles futuros empleados.
Lo primero es el talento: los empleados son el bien más valioso de la empresa. Por ello, antes de publicar una vacante, por ejemplo, el departamento de recursos humanos deberá pensar qué es lo que busca el candidato que quiere atraer, con el fin de realizar una propuesta atractiva y que cumpla sus expectativas.
Los empleados son la voz de la empresa: ellos, mejor que nadie, saben cómo es la empresa y cómo se trabaja, siendo los mejores embajadores. Dejémosles, por tanto, que sean los que divulguen la cultura de la empresa a través de diferentes canales de comunicación. Además, sería buena idea fomentar programas de feedback y reconocimiento para aumentar su motivación.
Las redes sociales: en ellas podemos mostrar el día a día de la empresa, el onboarding de los nuevos empleados, eventos especiales, etc., siendo una herramienta perfecta para comunicar los valores y poder mantener esa transparencia, y así, convertirse en un aliado estupendo para mejorar la reputación de la empresa.
Beneficios del employer branding
Tener mayor poder de captación de talento. Uno de los principales beneficios que nos puede aportar el employer branding pasa porque construir una marca con buena imagen provocará que la gente tenga interés y ganas de trabajar en esa empresa. Se considerará un privilegio y una gran oportunidad laboral. A raíz de esto, ayudará a disminuir los costes en los procesos de selección debido a que los profesionales acudirán directamente a la empresa.
Eliminar malas percepciones. Uno de los miedos a la hora de afrontar un reto profesional es la incertidumbre frente a lo nuevo: cómo será la empresa, cómo se trabajará, si cumplirán con lo establecido… Gracias al employer branding, vamos a poder acabar con esos miedos y prejuicios, y mostrar los aspectos atractivos de la empresa.
Tener trabajadores motivados y comprometidos. A través de las diferentes acciones que se lleven a cabo, como acciones de formación o de reconocimiento, los trabajadores estarán contentos y se sentirán reconocidos. Así, disfrutarán de las tareas que realizan y se sentirán parte de la empresa, aumentando su productividad.
Disminuir el movimiento de empleados. Las personas que desempeñan sus tareas en una empresa con buena reputación, en la que se sienten orgullosos de trabajar, seguramente deseen permanecer más tiempo y desarrollarse dentro de ella, lo que conlleva un menor flujo de rotación de personas.
Reducir los gastos en reclutamiento y selección. Tener menos movimiento de personal hace que las empresas no tengan que invertir tantos recursos en los procesos de reclutamiento y selección de nuevos empleados y, de esta manera, conseguir un ahorro en los costes de estas gestiones.
Gracias a los beneficios comentados, parece lógico que las grandes empresas se centren cada vez más en llevar a cabo estrategias de employer branding. A continuación, os destacamos 2 ejemplos de buenas prácticas:
– Google: tiene una imagen de marca tan fuerte que la capacidad que tiene para atraer talento es increíble. Además, los beneficios que ofrece a sus empleados son muchos.
– Netflix: una de las empresas actuales del momento. Gracias a su cultura, ha obtenido el éxito cosechado. Su lema es claro: “A Great Workplace Combines Stunning Colleagues and Hard Problems” (Un buen lugar de trabajo combina compañeros excepcionales y grandes problemas para resolver).
En definitiva, podemos afirmar que un cambio cultural en las empresas gracias al employer branding conseguirá mejorar las experiencias de los empleados y un fortalecimiento del sentimiento de pertenencia de los mismos hacia la empresa que, además, logrará posicionarse en el mercado como entidad más atractiva para el talento.