Llegamos a la recta de final del año y esto implica echar la vista atrás y ver cómo el entorno profesional ha ido cambiando a lo largo de los años. De esta manera, podemos hacernos una idea de cómo será la evolución del mercado laboral y, en consecuencia, prepararnos para ello.
¿Cómo ha evolucionado el mercado laboral?
El entorno profesional de hace 20 años no tiene nada que ver con el de ahora, desde las necesidades básicas en cuanto a buscar trabajo se refiere hasta las herramientas utilizadas para la ejecución de proyectos. Si bien antes se buscaba trabajo como fuente de ingresos independientemente de la empresa y del trabajo a realizar, ahora se busca en un sentido más personal para un desarrollo profesional más completo. Del mismo modo, el mercado también se ha visto afectado por la aparición de las nuevas tecnologías, que han innovado y transformado los métodos tradicionales.
¿Cómo evolucionará el mercado laboral en los próximos años?
La simplificación de proyectos, la digitalización de procesos, la transformación estructural y el compromiso empresarial con empleados y clientes ya es un hecho que ha venido para quedarse. A esto se le suman los perfiles que están surgiendo para dar respuesta a las nuevas necesidades, sustituyendo aquellos puestos que se han quedado obsoletos y dejando paso a los que se mantienen actualizados. En este sentido, cabe destacar nuevas profesiones especializadas en competencias digitales tales como científicos y analistas de datos, especialistas en inteligencia artificial, desarrolladores de software y aplicaciones o ingenieros en FinTech.
De este modo, aquellos trabajos manuales convencionales, la atención al cliente o los traductores y redactores, entre otros, cada vez sufren más el riesgo de desaparecer y ser sustituidos por máquinas, dejando únicamente la supervisión y el seguimiento en manos humanas.
Sin duda, se trata de un futuro que puede ser aterrador para los perfiles sénior y estimulante para los perfiles más júnior.
¿Cómo actuar ante este cambio de escenario?
Si no queremos dejarnos comer por las nuevas tendencias laborales, debemos estar alerta y aplicar los cambios que sean necesarios, haciendo un trabajo individual para mantenernos actualizados y seguir la corriente. Para ello, crear nuestra marca personal o practicar el networking empresarial son algunas de las claves para conseguir ese cambio. De esta manera, nos daremos a conocer y generaremos una imagen atractiva ante potenciales clientes y empresas y establecemos nuevas relaciones más afines a nuestro perfil profesional que nos permitan encontrar oportunidades laborales más específicas.
Desde el punto de vista empresarial, las compañías también deben adaptarse a las nuevas exigencias laborales y realizar algunos ajustes tanto en su estructura como en sus procesos internos para mantenerse activas. Es por esta razón por la que se crean Organizaciones Teal, que eliminan la estructura jerárquica y piramidal que antiguamente se conocía, poniendo al empleado en el centro de todas sus decisiones. Igualmente, muchas otras empresas practican el Lean Office, para retirar del proceso cualquier elemento que perjudique, retrase o no aporte valor al desarrollo del negocio.
Otra tendencia cada vez más prominente entre las empresas es la utilización de técnicas que mejoren y hagan más atractivos los procesos de selección y reclutamiento del talento, como, por ejemplo, el Inbound Recruiting, en el que se parte de una transformación empresarial en cuanto a filosofía y valores corporativos y se adapta a las características que definen a los perfiles que se buscan, con el objetivo de convertirse en la mejor empresa para trabajar para estos. A lo que no debemos olvidar, las técnicas para fidelizar ese talento y que no se vaya, como el salario emocional o la salud laboral.
Por lo que, en cualquiera de los casos, ya seamos empresa o empleado, debemos tener muy presentes las nuevas técnicas que van surgiendo y aplicar todas aquellas que necesitemos para mantener nuestro desarrollo profesional a la última en tendencias laborales.