LAS CLAVES DEL SMART WORKING
El Smart Working se ha convertido en una de las tendencias más rompedoras en lo que se refiere a modelos de gestión de personas. Sin embargo, según los últimos datos del INE, en España sólo el 27% de las empresas utilizan este método de trabajo. Para los expertos, esta técnica será una de los más implementadas durante el 2019.
¿Qué se considera Smart Working?
Muchos asocian el Smart Working exclusivamente con el teletrabajo, pero este modelo va más allá. A diferencia del teletrabajo, el Smart Working se apoya en aquellas TIC que le permiten tener un mayor grado de autonomía y ser más eficaz.
¿Su objetivo? Mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar, y por tanto, retener el talento dentro de la empresa.
Para poder entender el Smart Working tenemos que hablar de las claves en las que se basa:
- Trabajo a distancia o desde diferentes espacios dentro de la empresa.
- Uso de nuevas tecnologías. Gracias a Internet podemos acceder a en cualquier momento y desde cualquier lugar.
- Flexibilidad horaria. La organización del horario conlleva la conciliación de la vida laboral con la vida personal.
- Movilidad. La posibilidad de trabajar en cualquier lugar o, moverse de espacio físico de trabajo dentro de la propia empresa.
Ventajas y desventajas
Este nuevo modelo de trabajo que une tecnología y trabajo a distancia presenta varias ventajas e inconvenientes:
- Su principal ventaja está en la posibilidad de conciliar la vida laboral y personal, así como establecer unos horarios propios de trabajo o realizar las tareas en un lugar distinto al del puesto físico de trabajo. Por otro lado, el Smart Working favorece la motivación y satisfacción de los empleados.
- Sin embargo, el Smart Working presenta algunas desventajas. La más destacada es que supone un reto y la necesidad de un cambio sustancial de mentalidad tanto para las empresas como para los trabajadores. Por parte de las compañías, éstas han de aportar la formación tecnológica adecuada a sus equipos para que desempeñen óptimamente sus funciones y proporcionar un fácil acceso a dichas herramientas. Por parte de los trabajadores, estos deberán ser capaces de auto-gestionar su trabajo, contar con la formación y capacitación tecnológica adecuada para manejar estas herramientas y mantener una comunicación fluida con su equipo.
- Además, es posible que se incrementen las distracciones, el aislamiento de los equipos, y la falta de jerarquía debido a la ausencia de supervisión directa por parte de los responsables.
- Por último, la ausencia de legislación o de un marco regulador sobre el Smart Working presenta un obstáculo para aquellas compañías que quieran implementar este método de trabajo.
Podemos concluir que la transformación digital ha cambiado, no sólo la forma de relacionarnos entre nosotros y con el entorno, sino que además ha transformado la forma de entender el trabajo hacia modelos de gestión más dinámicos que fidelizan el talento en las compañías. Este es el caso del Smart Working, que ha irrumpido con fuerza en los últimos años pero que a la vez necesita del esfuerzo conjunto tanto de empresas como de empleados y de la creación de un marco regulador que permita que sea un método eficaz y seguro para desempeñar el trabajo desde cualquier lugar.